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  • Lic. Gilberto Objio Subero. Socio Fundador.

TURISMO DE SALUD: DINERO Y PELIGRO


A propósito del 3er Congreso Internacional de Turismo de Salud y Bienestar que realizado en Santo Domingo cuyo objeto fue el turismo de salud, ¿Qué vamos a hacer para proteger a los turistas?


Quizás porque me ha tocado como abogado, cuya práctica profesional está decididamente enmarcada en el Derecho Médico, y porque veo cotidianamente los casos de pacientes que se quejan de las infecciones y las malas prácticas de las que son víctimas en República Dominicana; puedo afirmar que estamos haciendo muy poco para regular el turismo de salud, actividad ésta que además de lucrativa, es altamente riesgosa.


Según datos de la Asociación Dominicana de Turismo de Salud, el negocio mueve a nivel mundial 70 billones de dólares cada año.


Con las estadísticas de reclamos por infecciones intrahospitalarias por cirugías estéticas y de otras índoles como las muertes relacionadas a procedimientos médicos electivos, es altamente preocupante promover el turismo de salud dominicano sin antes poner en orden el sistema de garantías y previsiones para proteger a los turistas, quienes pagan , por demás, altas sumas de dinero para ser intervenidos en República Dominicana.


Mi posición es compartida por el Presidente de la Asociación Dominicana de Turismo de Salud, quien en en un comunicado colgado en la página de la asociación cita las carencias legales del sector que trata de organizar y promover.[1]


Frente a los referidos niveles de fragilidad del turismo de salud, cabe listar algunos de los problemas que deben enfrentar con especial cuidado y presteza las autoridades de los sectores de salud y turismo y del gobierno en general:


1- No existe una ley de seguro de responsabilidad civil obligatorio para los médicos, que garantice que en caso de un error, una infección, o muerte, alguien cubra los daños que sufre la víctima o sus familiares.


2- La falta de sanciones y cumplimientos de la Norma Para la Prevención y Control de Infecciones en los Establecimientos de Salud.


3- Falta de regularización de las residencias de recuperación, en especial, a la preparación de la empleomanía que allí se contrata, y la inspección y habilitación de esas residencias, que deben cumplir con los mismos requisitos de asepsia y control de enfermedades que un Centro de Salud.


4- Falta de un registro centralizado de los protocolos médicos en uso, que manda la ley 42-01 a realizarse y a la fecha, no hay exigencia de su registro en el Ministerio de Salud Pública.


5- Falta de control de la publicidad que diariamente vemos en las redes sociales promoviendo cirugías y procesos médicos que en principio no son estéticos como si los fueran, como por ejemplo la cirugía bariátrica.


A estos problemas, el Dr. Cambiaso en el artículo citado, suma los siguientes:


[Es necesario] crear un sello de calidad local que identifique los prestadores nacionales habilitados que cumplan con estándares de calidad y que cuenten con los avales para brindar servicios de salud a pacientes internacionales es prioritario, conformando una guía de destino donde se identifiquen los centros de salud con capacidad logística, apoyo idiomático, programas de prevención de infecciones, atención centrada en el paciente, continuidad de la atención, protocolos de manejo, así como respeto de los derechos y deberes de pacientes internacionales de la American Medical Asociation[2]


Es nuestra responsabilidad como ciudadanos, y, en mi caso particular como abogado que ejerzo en la materia, poner en alerta a las autoridades nacionales por estas inadvertencias, faltas de reglamentación y en suma por las enunciadas faltas graves que ponen en peligro a los turistas que vienen a recibir un servicio que se promociona de manera indiscriminada, y que en muchos casos viola la ley de Protección de los Usuarios y Consumidores por constituir publicidad engañosa.


Urge, pues, que profesionales y técnicos del área de la salud, del turismo y del derecho, pero de manera muy particular las autoridades de los ramos mencionados, el presidente de la República y los senadores y diputados, emprendan con urgencia y antes de que lo lamentemos y matemos la gallina de los huevos de oro, acciones como las que indico a seguidas:


1- Someter y estudiar una ley de Seguro de Responsabilidad Médica obligatorio para todos los médicos (Si nuestros legisladores están a falta de un ante-proyecto, yo con mucho gusto les hago llegar uno)


2- Registro e inspección, y posterior habilitación de las residencias de recuperación de las y los pacientes que vienen a operarse, por el Viceministerio de Garantía de la Calidad, y su Dirección de Habilitación.


3- Exigencia inmediata del deposito y registro, y aprobación de los protocolos estandarizados que usan en los centros médicos para la atención a pacientes.


4- Exigencia del deposito de los perfiles y validaciones académicas, o técnicas, del personal de enfermería que trabaja en las residencias de recuperación. Entiéndase residencia de recuperación cualquier lugar, hotel, casa, que se lucra de darle servicios de hostelería a personas recién operadas, y que no son centros de salud habilitados conforme el procedimiento de la Dirección de Habilitación del Ministerio de Salud Pública.


Debemos tener muy claro que el turismo de salud, si bien representa una gran oportunidad a través de la que se puede proyectar República Dominicana y generar ingresos y bienestar; debe ser promocionado y servido cuando estemos en condiciones de garantizar la forma de reparación eficiente y eficaz del daño, la infección o muerte que pueda sufrir un turista que acuda a nuestro país tras el servicio de turismo de salud. Lo contrario sería irresponsabilidad privada y estatal.

[1] http://adtusalud.org/aspectos-legales-del-turismo-de-salud/

[2] Idem.

Lic. Gilberto Objio Subero

Abogado en derecho médico

Socio Fundador de Medical Law, Oficina especializada en Derecho Médico

www.malapractica.com.do

www.iuriscorp.org

8095085753

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